
05 Jun Cómo recuperar la elasticidad de tu rostro
El paso del tiempo, la incidencia de los cambios climáticos, los rayos del sol y en algunos casos el poco cuidado que le damos al rostro por la vida agitada que se lleva a diario, dejan sus huellas. De pronto te das cuenta que no tienes la elasticidad y flexibilidad que solías tener y notas cambios en tu expresión; no te sienta igual el maquillaje, sientes que tu rostro expresa preocupación.
¡No te alarmes! Es un síntoma que muchas padecemos pero como todo signo de que algo está ocurriendo nos impulsa a encontrar la solución y lo más positivo del caso es que hay ciertos tips que llevan de manera pausada y constante a la recuperación de la elasticidad en el rostro.
Claves para recuperar la elasticidad en el rostro
Cuando el cuerpo habla hay que escucharlo. Es por eso que si hasta ahora no habías dedicado tiempo al cuidado de tu piel, es momento de que lo hagas. No te llevará demasiado trabajo y te bridará un beneficio que será visible desde el primer día.
Desde el interior
La piel es receptora de factores externos como los que mencionábamos en los primeros párrafos que la percuten y alteran su normal funcionamiento pero su nutrición comienza desde el interior. No puede haber tratamiento de recuperación dérmica del rostro sin que se piense en lo importante de la hidratación.
Para ello en lo primero que tienes que concentrarte es en tomar líquido en abundancia. El agua, por ejemplo, activa tu cuerpo eliminando las impurezas que se van acumulando. Una piel hidratada desde el interior mostrará brillo y energía.
La ingesta del líquido que no tiene que ser menos de 2 litros diarios puede verse bien complementada con frutas que por su riqueza vitamínica y por su alto contenido también líquido suman a la revitalización.
Desde el exterior
Y claro que desde el exterior hay mucho que puede hacerse para recuperar la elasticidad en el rostro. Por un lado tienes que adoptar hábitos que te harán sentir siempre confortable y por otro lado, tendrás que poner en juego un plan intensivo ante la crisis de tu piel para que lo más rápidamente posible vuelvas a sentir tu rostro con energía.
Entre los hábitos la crema hidratante tiene que ser tu más fiel aliada. No tienes que dejar pasar ni un solo día en que utilices una pequeña porción de crema para hidratar tu piel, sobre todo por la mañana cuando preparas tu rostro para todo lo que va a vivir durante el día. Y si usas maquillaje aún más.
Otro aspecto fundamental es el momento en que te quitas el maquillaje. No puedes hacerlo sin una crema limpiadora, un tónico hidratante y una crema hidratante, justamente en ese orden que te lo menciono. Si cumples esos tres pasos estás cerca de que tu rostro nunca más vuelva a perder su elasticidad característica.
Sin embargo falta el plan de emergencia, ese que tienes que poner en juego en el momento de la recuperación. Para este necesitarás también una crema de limpieza y una crema hidratante. En este caso el proceso consiste en la aplicación dos veces al día de pequeñas porciones de crema hidratante pero trabajando en cada zona de tu rostro con pequeños golpecitos dados con las yemas de tus dedos y en una limpieza diaria con la crema de limpieza siempre operando con constancia y suavidad. De esa manera además de proveer los nutrientes que las cremas te brindan estarás activando los tejidos para que se pongan en movimiento.
¿Ya estás preparada para recuperar la elasticidad de tu rostro? ¡Empieza ahora! Estás a un paso de lograrlo.
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